Cómo lo hacías tu entonces

 Hoy, se me ha brindado la posibilidad de devolverte todo lo que un día me diste. Hoy siento que he aprendido un poco más sobre esta vida, estamos en continuo circulo vital. 

Aún recuerdo esos cruasanes cargados de miel, que me envolvías con tanto cariño en papel. Cada día, a la misma hora los preparabas con todo tu amor, y con una sonrisa pintada en la cara, venías a buscarme y a merendar conmigo. Cada día la merienda era especial por que podíamos compartirla juntas, venías a por mi a la salida del colegio y yo te contaba mil historias que me habían pasado en clase, o la de deberes con los que me torturaban (cómo echo de menos aquellos locos años, en los que los problemas de matemáticas eran todo lo que quebrantaba mi cabeza). 

Hoy, la vida me ha puesto al otro lado, y soy yo la que te preparó ricos cruasanes con miel, para que recuerdes aquellas veces en las que tu lo hacías. Para que compartamos ese pequeño ratito de 18:00 a 19:00 en el que me dejan venir a verte y pasar un rato a tu lado. 

Que injusta la vida, ahora que ya no te acuerdas, ahora que parece que la otra mitad de la familia prefiere darte la espalda. Que duro ver como tu día a día dura diez minutos, te quiero y siempre estarás al otro lado de mi cama, como cada noche querida yaya, aun que ahora tengamos que dormir separadas por tu enfermedad, sigo pensando en cada noche que pasamos juntas, compartiendo habitación. 

Y te puedo asegurar una cosa, ahora seré yo la que te preparé siempre que pueda esos ricos cruasanes cómo lo hacías tu entonces. Aun que de todo esto tu ya no te acuerdes...